miércoles, 18 de abril de 2007

Piratería: hacia una solución consensuada

El Ministerio de Cultura ha lanzado una campaña publicitaria destinada a acabar con la piratería en la música, el cine o libros. La campaña, apoyada en un video, comprende la emisión de anuncios en televisión, cine, revistas especializadas, emisoras de radio e Internet, así como "acciones espaciales", consistentes en menciones al problema en programas de entretenimiento, la introducción de guiones en series de éxito o patrocinios. Con ello, según palabras de la secretaria general técnica del Ministerio, Concepción Becerra, ésta campaña está dirigida a resaltar "el aspecto ílicito y antisocial" de este problema "que afecta a la sociedad en su conjunto". El video de la campaña anterior es el que sigue:




Ésta campaña publicitaria se enmarca dentro del seguimiento a la piratería que el gobierno está realizando, y cuyo máximo exponente es el Plan Antipiratería, aprobado en abril de 2006. Con esta iniciativa el gobierno pretende, por un lado, sensibilizar a la sociedad sobre el problema que representa la piratería; y por otro lado, incrementar la persecución policial contra las personas que hacen de la piratería un negocio.

Pero volvamos a la nueva campaña impulsada por el Ministerio de Cultura. Según el diario económico cinco días, España comparte con Brasil, China, India, Indonesia, México, Pakistán, Paraguay, Rusia y Ucrania el "honor" de ser los países con más piratería del mundo. Pero es que España, además, es el país en el que con más frecuencia se vulnera la legislación de protección intelectual, es decir, los derechos de autor. Y es que según John Kennedy, presidente ejecutivo de IFPI, la asociación que representa a la industria discográfica mundial, "el problema de España es alarmante.

Los datos facilitados por esta asociación señalan que en nuestro país el año pasado se distribuyeron ilegalmente por todo el país la cifra de 12,5 millones de copias ilegales de CD y DVD musicales y se realizaron más de 508 millones de descargas ilícitas de archivos musicales en la Red.

Como era de esperar, esta decisión no ha dejado indiferente a la sociedad. Por ejemplo, el 14/12/2006, se manifestaron en el Paseo de la Castellana de Madrid, bajo el lema "¡Basta Ya! Piratería No", agentes del sector audiovisual, como productores (FAPAE), distribuidores de cine y vídeo (FEDICINE), software de entretenimiento (ADESE), exhibidores de cine (FECE), actores (Unión de Actores) y algunas entidades de gestión como SGAE y EGEDA.


Pero, evidentemente, son muchas más las voces que se han levantado en contra de esta campaña. En su blog, Interiuris señala que a través de http://www.copiasinlimites.com/ el Ministerio de Cultura hace apología de esta nueva campaña publicitaria, lo que, a su juicio, e una aberración de la libertad del individuo. Por otro lado, mangas verdes culpa al ministerio de meter el miedo en el cuerpo y hacer sentir a los consumidores culpables por el ejercicio del derecho de libre acceso a la cultura. Por último, Arsenio Escolar arremete contra la SGAE, a la que acusa de "obligar a las operadoras a bloquear los contenidos que deseasen (...) sin orden judicial, sin presunción de inocencia", a través de un artículo remitido al gobierno. Lo que califica como Estado de excepción en la Red.

Como era de esperar, la piratería ha entrado de lleno en la arena política. El PP, a través de su Portavoz de Cultura, Beatriz Rodríguez-Salmones, acusó al gobierno de no hacer nada para evitar este fenómeno. Ya que, desde su punto de vista la piratería es la culpable de que la gente no acuda a los cines a ver las últimas películas de estreno.

Un tema candente relacionado con la piratería es el spot emitido por Telecinco en su espacio "12 meses, 12 causas", en la que se relaciona a la piratería con la trata de blancas, el tráfico de armas y "cerrando el círculo vicioso de la piratería", con los usuarios que se descargan una película en casa. Todo ello lo hace con frases como las siguientes:
“Las mafias utilizan los beneficios de la piratería para extender sus tentáculos a otras actividades criminales, como la trata de blancas o el tráfico de armas.”

“Cuando nos descargamos una copia pirata, cuando compramos en el top manta cerramos el círculo de la piratería. Rompamos el círculo vicioso de la piratería. Somos parte del problema”.




Como se puede observar el tema levanta pasiones, extremos a favor y en contra. Lo que no se puede obviar es que este es un tema complejo, ya que cada una de las partes en conflicto (productores y consumidores) intentan arrimar el ascua a su sardina. Es lógico que los artistas, aduciendo que su futuro está en peligro, se pronuncien en contra de la piratería; y hasta llevan razón. Lo que es más complejo de entender, desde mi punto de vista, es que la SGAE se declare en contra de la piratería, cuando está más que demostrado que ésta asociación "saca leche de una alcurza". Lo que pretendo poner de manifiesto es que va a llegar un día en que, aferrándose a los derechos autor, cobren por poner música en tu propia casa. Pero lo harían amparándose en el "canon", no hay problema.

Pero tampoco hay que olvidar a la otra parte-los consumidores- quienes recurren a los archivos compartidos para descargar contenidos audiovisuales a los que no pueden acceder por diversos motivos. Porque es cierto que sacar a la calle el producto es costoso, pero quizá los precios deberían ser razonables.

Por lo tanto, lo ideal sería encontrar una solución consensuada, pero ¿quién está dispuesto a dar el primer paso?

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